Las Canales del Cares

Articulo publicado originalmente en la revista Grandes Espacios nº 177 Senda del Cares

Cuando en 1950 el cabraliego Manuel Campillo termina la construcción de la senda del cares uniendo Caín con Poncebos, no solo da comienzo a uno de los mas espectaculares recorridos que el senderista se puede encontrar, sino que pone inicio al declive de una serie de caminos ancestrales que comunicaban los pueblos entre si o con las zonas de pasto en los puertos.

El fondo del rio cares circula a una altura media de 300 metros sobre el nivel del mar, realizando un gigantesco tajo entre los macizos Occidental y central de picos de Europa, cuyas principales cimas como Torre Cerredo con 2680m, se encuentran casi sobre la vertical del rio.

Siglos de desgaste y erosión han tallado en esas formidables murallas empinadísimas canales que a modo de pequeños valles laterales ascienden desde el cauce hasta las cimas. Dobresengos, Mesones, Trea son nombres míticos dentro del montañismo de los Picos de Europa, y todo un reto para los que cargados de mochila pretenden enlazar en sus rutas ambos macizos de los picos.

Sin embargo antes que meta del senderista, las canales fueron utilizadas por los habitantes de Picos como único punto débil por el que atravesar las dificultades que el rio provocaba en su comunicación. Recordar por ejemplo como Pidal, Marques de Villaviciosa manda aviso a Cain para que Gregorio Pérez se reúna con él en la vega de Ario y este a la noche tras terminar de segar la hierva asciende los 1200 metros de desnivel que presenta la canal de Trea. Tras un entrenamiento de exprés con la cuerda en La torre Santa María y Peña Santa, descienden por la canal de Culiembro al Cares y remontan por la canal de Sabugo y la de Camburero hasta la base del Naranjo de Bulnes. Si bien el resto de la historia de la primera ascensión al Picu es conocida la hazaña atlética de su tránsito por el cares apenas es mencionada en las memorias que el marques por lo vulgar y cotidiano que resulta para las gentes de la época.

Pero no solo las canales del cares son utilizadas como vía de transito, sino que representan en si mismas un elemento importantísimo en la economía local, asentándose majadas en las zonas más propicias para los pastos. La vida en majadas como la de Oliseda en la canal de la Jerrera, o la de Mesones en la canal del mismo nombre, ambas a más de 1000 metros sobre el rio se antoja dura bajo el prisma de vida actual.

Otro ejemplo curioso del uso de las canales la representa la canal de Arzon, cercana a Cain, donde los habitantes sorteaban todos los años parcelas de la canal para la siega y aprovechamiento de su hierba. El sorteo dejaba para los más afortunados las zonas cercanas y para los desafortunados zonas a más de 1500 metros de desnivel del pueblo.

Hoy en día el desuso y declive de caminos y majadas de altura se ve en cierta manera compensado por el uso que montañeros y senderistas hacen de estas rutas ancestrales, bien como una actividad en si misma o como tránsito hacia las cimas.

Se trata en general de recorridos de un gran desnivel y alta pendiente media, que salvan desniveles muy importantes en apenas distancia. En ocasiones tenemos que asombrarnos de la habilidad de los pastores para trazar itinerarios que salvan paredes aparentemente impracticables para personas y animales por el punto más débil, o simplemente en ocasiones tallando en la roca viva peligrosos y espectaculares pasos aéreos.

Para los amantes de la naturaleza y la montaña, el transito que las canales del cares nos ofrecen desde el fondo del valle hasta las zonas de alta montaña, junto a la gran carga histórica de estos recorridos ejerce un imán irresistible y una experiencia difícil de igualar.

Caín –Caín de arriba – Majada de Mesones

La canal de mesones, una de las más largas de picos de Europa parte del pueblo de Cain y representa el paso tradicional de ganado entre el valle y los puertos de montaña de la falda suroeste de Peña Santa de Castilla.

Un pequeño y cómodo paseo nos permite conocer una parte de esta histórica canal, para ello partimos de la parte superior del pueblo de Caín para ascendiendo entre cuadras y huertas llegar al sedo de Caín una zona donde el camino tallado en la roca viva salva lo que parece ser un muro infranqueable.

Tras abandonar el sedo llegamos en escasos minutos a Caín de Arriba, lugar donde vivió casi toda su vida Gregorio Pérez “El Cainejo” y donde todavía es posible ver los restos de la que fue su vivienda.

La canal de Mesones presenta aquí una zona cómoda, de amplias praderas y fácil de caminar, pudiendo apreciarse en el fondo del valle los efectos de las torrenteras que con el deshielo o en épocas de intensas lluvias se forman.

Aquellos faltos de fuerzas o tiempo pueden cruzar la riega por una moderna pista para faldeando volver cómodamente a Caín.  Los más animados querrán continuar ascendiendo por la canal, que se acerca a un pequeño anfiteatro de roca dominado por una pequeña cascada, cuando parece imposible seguir el camino se adentra en el sedo de Mesones, un paso tallado en la roca para facilitar el transito de personas y animales a los pastos de altura.

Tras rebasar las zonas aéreas del sedo llegaremos en poco tiempo a la ancestral majada que da nombre a la canal y junto a su fuente disfrutar de las magnificas vistas del macizo central.

Camarmeña – Canal de las Bobias- Ondón

El pueblo de Camarmeña, colgado en las laderas del Cares 200 metros por encima de Poncebos, representa un ejemplo claro de la adaptación del hombre al medio y la geografía de los Picos de Europa, y el aprovechamiento de todos los pastos por difíciles o empinados que parezcan.

Partimos de la parte superior del pueblo pasando junto a un pequeño mirador con magnificas vistas de la cara oeste del Naranjo de Bulnes. Aunque no es muy necesario recrearnos en exceso en este punto, puesto que la ruta que va ganando altura a través de la canal de las Bobias, nos brindará mejores vistas del Picu cuanto más altos estemos.

El sendero bien marcado y en buen estado no presenta más dificultad que la fuerte pendiente que deberemos afrontar. Con la fortuna de poder disfrutar en nuestras paradas de las vistas del camino tradicional a Bulnes por la canal del Texu, y el siempre espectacular Picu Urriellu.

Tras remontar los 900 metros de desnivel de la canal de las Bobias la senda se dulcifica  saliendo a una amplia ladera herbosa desde donde ya divisaremos la cercana majada de Ondon, compuesta de varias cabañas en general en buen estado, que parecen flotar ingrávidas sobre los abismos del Cares.

Las vistas desde Ondón de las principales cimas de Picos, Torrecerredo, el Picu los Cabrones y sus agujas, el Naranjo, bien merecen una larga parada antes de iniciar el descenso a Camarmeña.

Poncebos – Canal del Texu – Bulnes -Canal de Amuesa- Collado Cerredo

Hasta el inicio de este siglo XXI en que se inaugura el actual funicular el pueblo de Bulnes mantenía su histórico aislamiento sin más vías de comunicación que los históricos senderos de montaña. El acceso desde el Cares se realizaba a través de la canal de Texu, donde el sendero tallado en la roca en gran parte asciende por esta corta garganta que aun hoy en día constituye un agradable paseo para comprender las dificultades de la vida en los pueblos que rodean el rio Cares.

Tras llegar a Bulnes de abajo o la villa continuamos hasta el barrio de arriba o del castillo, donde una senda amplia nos lleva en dirección a la empinada canal de Amuesa. Tras una hora y media ascendiendo por el zigzag con que el camino se adapta a la pendiente, uno no espera encontrarse la amplitud de las praderías de la majada de Amuesa, todavía hoy muy utilizada por los pastores de la zona.

Mientras una senda asciende por la máxima pendiente en dirección a los Cuetos del trabe y el refugio del Jou de los cabrones, para alcanzar nuestro objetivo, deberemos seguir con rumbo oeste dejando a nuestra izquierda una charca conocida como Sellon del Llagu, tomando como referencia un pequeño bosquecillo que rebasaremos por su parte superior, para llegar al collado Cerredo, considerado por muchos el mejor punto para contemplar las profundidades de la senda del cares y las cimas que la rodean.

La canal de Agua

Fuera del ámbito senderista la Canal del Agua representa uno de los mayores desniveles que se pueden afrontar en nuestra península. Lo que ha motivado que los amantes de picos la afronten como un verdadero reto atlético. Recomendada solo para montañeros expertos de excelente condición física, el recorrido que se inicia al nivel del rio cares en torno a los 250 metros de altitud remonta hasta 2174 metros de desnivel en apenas 3 kilómetros de distancia horizontal.

Formada en realidad por la concatenación de la canal de Ría y la canal del agua propiamente dicha, presenta en su parte inferior un acceso realmente difícil por lo que la mayoría de los montañeros la abordan ascendiendo previamente la canal de Piedra Bellida hasta el Horcado Turonero superior, donde una empinada ladera herbosa nos deposita en la canal.

Solo nos queda seguir el sendero perdido en ocasiones, y que sin un solo metro de descanso nos hace ir ganando altura hasta la collada del agua a 2174 metros.  Se trata de un recorrido muy exigente, con abundantes zonas en las que el uso de las manos para superar los fuertes resaltes se hace imprescindible, solo apto para montañeros experimentados, y donde la preparación física y mental para afrontarla es de gran importancia.

La satisfacción que se obtiene tras rebasar la collada del agua, punto más alto de la ruta y llegar al cercano refugio del Jou de los Cabrones es difícilmente igualable, si bien todavía hay alguno que llegados a este punto y atravesando el Jou de cabrones, asciende al cercano Torrecerredo para completar un desnivel acumulado que se acerca a los 3000 metros.

Articulo publicado originalmente en la revista Grandes Espacios nº 177 Senda del Cares

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